Tener hijos para muchos es una opción no contemplada.

Tener hijos es para muchas personas algo que quieren evitar a toda costa, por decisión personal o de la pareja, basados en factores como la situación socioeconómica, la edad, los planes y proyectos personales (estudio, trabajo o viajes), o por no sentirse preparado para asumir una responsabilidad de esa magnitud.

Esto, hace -sin duda alguna-, parte de la planificación familiar, y es cuando una pareja toma esa decisión y planea a qué edad y cuántos hijos quiere tener, por lo que estos factores sumados, favorecen el auge de la enfermedad que, antes de la pandemia se presentaba un caso cada tres meses, pero ahora, en un consultorio ve tres casos por semana.

Dicho esto, para evitarlo (el embarazo), están actualmente diferentes maneras de evitarlo, como la abstinencia (el hecho de no tener relaciones sexuales), el uso del condón que es un mecanismo de barrera y tiene una efectividad comprobada científicamente entre el 85 y el 95 %, si se usa de manera correcta.

Así también está la inyección anticonceptiva que debe aplicarse para que haga efecto al siguiente mes y se debe ser muy exacto, ya que una imprecisión, podría costar un embarazo. Esta, de aplicación mensual, es “una combinación hormonal de estrógeno y progestina (estradiol + noretisterona) evita la expulsión del óvulo”, según Oriéntame. Pero de falla en 50 de cada 1.000 casos.

Mientras que la trimestral, indican, puede fallar en 30 de cada 1.000 mujeres. “La hormona progestina (acetato de medroxiprogesterona) evita la expulsión del óvulo”, registra el portal. A esto se suman los implantes subdérmicos que duran 3, 4, o 5 años; el sistema intrauterino hormonal; los anticonceptivos orales y la píldora o la pastilla del día después.

En ese sentido, la efectividad de esta última puede potenciarse combinándola con otro componente, según lo reveló un estudio realizado en Hong Kong entre 2018 y 2022 en una muestra aleatoria de 860 mujeres que pidieron un anticonceptivo urgente en un centro médico.

Un test efectuado en 1998 con levonorgestrel, una de las píldoras del día después más utilizadas, probó que esta progestina permitía evitar un embarazo no deseado en un 95% de los casos, si se tomaba una vez preferiblemente antes de las 24 horas después de las relaciones, en compañía de un analgésico.

Según el estudio de Hong Kong, en un grupo de 418 mujeres que habían recibido levonorgestrel con piroxicam –un medicamento disponible con receta para tratar dolores de artritis e inflamaciones-, una sola de ellas quedó embarazada. El tratamiento tuvo una eficacia de 99,8 %.

En un segundo grupo con el mismo número de participantes, que recibieron un placebo de analgésico, hubo siete embarazos, o sea una eficacia de 98,3 %.

Sue Lo, coautora de este estudio, afirmó a la AFP resultado es “realmente formidable” que calificando el hallazgo de “pionero”. Ninguno de los subgrupos tuvo una diferencia significativa a nivel de efectos secundarios, como retraso en la menstruación, dijeron los investigadores.

El primer autor del estudio, Raymond Li, explicó que el objetivo de este estudio era sugerir que un medicamento “inmediatamente disponible y seguro” podía reforzar la eficacia del levonorgestrel.

No obstante, Lo insistió en que son necesarias más investigaciones antes de pedir a las mujeres asociar el piroxicam con la pastilla del día después. “Cualquier persona que necesite un anticonceptivo urgente tiene que consultar un médico”, recordó y reiteró que las asociaciones de medicamentos deben ser supervisadas por especialistas.

*Con información de AFP.

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