Fue confundido con un ladrón por error en sistema de reconocimiento facial

Un ciudadano identificado como Pablo Servín fue acusado erróneamente de haber asaltado un minimarket, tras un fallo en el sistema de reconocimiento facial de la cadena de supermercados. El afectado relató que, al intentar comprar una botella de agua, los empleados del local le informaron que no era bienvenido, asegurando que había cometido un robo el día anterior. Tras su caso comenzaron a salir otros similares.

“Entré al supermercado de camino a la parada de buses, cuando de repente una empleada se me acerca y me dice que no era bienvenido. Le pregunté por qué y me respondió: ‘Vos asaltaste ayer este local y te identificaron. No sos bienvenido ni acá ni en ninguna sucursal’”, relató Servín en entrevista con el canal GEN.

Desconcertado por la acusación, abandonó el comercio sin reclamar pruebas. Sin embargo, más tarde contactó a una conocida que trabajaba en la cadena, quien gestionó la revisión de las cámaras de seguridad. Recién en ese momento los encargados compararon su imagen con la del verdadero ladrón y confirmaron que había sido un error.

El comercio utiliza un sistema de reconocimiento facial que identifica a personas previamente vinculadas a hechos delictivos en el local. Sin embargo, en el caso de Servín, el sistema arrojó una coincidencia del 90% con el verdadero ladrón, lo que llevó a su acusación errónea.

Pero para ahorrarles el hilo, me confundieron con otro fulano, 90% ladrón, el papelón al pedo frente a tanta gente.

“Solo tenían rasgos parecidos. En el informe, simplemente decía ‘nombre: ladrón’. No había otro dato aparte de la imagen”, explicó Servín, cuestionando la falta de un proceso de verificación antes de señalar a una persona como sospechosa.

El afectado también expresó su preocupación sobre el uso de datos biométricos sin consentimiento y los riesgos que implica. “¿Qué pasaba si esta información se compartía con otras entidades? Si iba a un banco, ¿también iba a saltar en el sistema que yo robé un supermercado?”, se preguntó.

A pesar del error, la empresa no se comunicó con él ni emitió un pedido de disculpas. “Ni siquiera me explicaron cómo usan mis datos biométricos. Todo quedó en que ‘había sido no era yo’ y que podía seguir comprando”, lamentó. Fuente: HOY