La sandía, una de las frutas más consumidas del verano, aporta hidratación, pocas calorías y potentes antioxidantes, pero su ingesta excesiva no es correcta, advirtió la Lic. Deisy Samaniego, del Departamento de Alimentación y Dietoterapia del Hospital de Clínicas.

“La sandía es una fruta con muchas propiedades beneficiosas, más aún con nuestro clima y temperaturas. Pero es importante tener en cuenta la cantidad que se consume”, explicó en charla con la radio 650 AM.
Samaniego señaló que, al ser una fruta muy acuosa y dulce, contiene fructosa, y consumirla en exceso puede generar problemas digestivos o picos de azúcar. “Nuestra costumbre a veces es comer media sandía. Ahí radica el problema, no en la fruta en sí, sino en la cantidad”, sostuvo.
¿Cuál es la porción adecuada? La profesional recordó que la medida recomendada de frutas es de 150 gramos, equivalente a una taza. “Sé que cuesta cumplir esa medida, pero puede ser parte del desayuno combinándola con otros alimentos”, indicó.
La sandía es una aliada en días calurosos por su composición y aporte nutricional, con 93% de agua, ideal para hidratar y saciar. Muy pocas calorías. Antioxidante y rica en vitaminas y minerales. Fuente importante de licopeno, incluso 1,5 veces más que el tomate. Ayuda a reducir la tensión arterial, gracias a su contenido de citrulina, un aminoácido presente sobre todo en la parte blanca de la cáscara. Cuenta con propiedades depurativas. Fuente: HOY