El recorrido de las juezas en Emboscada: cómo las recibieron y qué les dijeron

El viernes pasado ingresaron al penal de Emboscada cuatro juezas, a fin de realizar una visita de verificación, que no requiere aviso previo. Una vez adentro, se encontraron con algunas actitudes llamativas de ciertos funcionarios e internos, además de una serie de hechos irregulares.

Sandra Kirchhofer, Luz Rosanna Bogarín, María Lidia Wyder, Cynthia Sostoa Santander, juezas de Ejecución Penal, ingresaron el viernes 22 de agosto por la mañana a la penitenciaría de Emboscada Antigua, a fin de realizar una visita en el ejercicio de sus funciones, como lo establece el Código de Ejecución.

Las visitas pueden ser ordinarias y extraordinarias. Las primeras son para informar a lso internos sobre su situación procesal (fechas de: compurgamiento de pena, salidas transitorias, libertad condicional, etc); las segundas, para controlar la situación en la que viven los internos, como alimentación, vestuario, higiene, salud, recreación, etc.

En este caso, se trató de una visita extraordinaria y decidieron ir entre cuatro para “tener más fuerzas” que en recorridos anteriores.

“Al inicio se realizó todo normal en la parte administrativa, que está separada de la penitenciaría en sí. A las 7:30 llegamos y le informamos al director que íbamos a hacer una visita y que queríamos entrar por todo el recinto para ver cuál era la situación de la población. El año pasado no me dejaron entrar porque dijeron que había mucha turbulencia o inestabilidad, entonces, les preguntamos, dijeron que no había problemas”, relató la jueza Sandra Kirchhofer, en un contacto con el canal Gen. Nación Media.

A las 8:15 iniciaron el procedimiento dentro de la cárcel en sí. Primero pasaron al área de sanidad, luego el primer pabellón, donde vieron que dos internos que “hacían de guardias” y querían llevarlas hacia la parte de reinserción.

“Tuvimos cierta curiosidad de qué hacían frente a esas celdas, entonces, entramos a la primera puerta que es la cocina y encontramos una puerta de blindex cerrada, pedimos la llave y el director desapareció”, comentó la magistrada.

“Dijimos que íbamos a quedarnos a esperar sentadas a que aparezca la llave, que teníamos toda la mañana y después de 10 minutos apareció la llave”, agregó.

Cuando finalmente abrieron la puerta encontraron un área a la que la jueza denomina celda vip, con heladeras, sommiers, televisores y hasta chefs a cargo de la comida.

“No puedo decir si tenían el control o no, pero sí privilegios, luego está la parte izquierda que es un semivip, menos lujos, pero también ciertos privilegios. Residen 13 internos, tienen su cocinita y su baño privado”, afirmó.

La magistrada clasificó las áreas en tres categorías: cinco estrellas, cuatro estrellas y tres estrellas, cada una de ellas con privilegios en mayor o menor medida. El director del penal se negó a firmar el acta del procedimiento y dijo que ningún funcionario por debajo de él firmaría, por lo que se dejó constancia de su negativa. Fuente: HOY