Caen 11 paraguayos sospechosos de robos domiciliarios en España

La Policía de España detuvo a 11 paraguayos en Madrid por ser sospechosos de cometer robos domiciliarios actuando con mucha violencia. Los detenidos hablaban en guaraní para no ser entendidos.

Según los datos recabados, los supuestos delincuentes, de nacionalidad paraguaya, operaban en grupos reducidos, se desplazaban en vehículos con matrículas clonadas y seleccionaban cuidadosamente las viviendas en ausencia de sus propietarios.

El uso del guaraní les permitía mantener la confidencialidad de sus planes incluso en espacios públicos, informó Radio Monumental 1080 AM.

Durante la operación, las autoridades lograron se incautaron de diversos objetos robados, herramientas utilizadas para forzar cerraduras y documentación falsificada.

La investigación venía en marcha desde hace varios meses y permitió identificar a los sospechosos gracias al seguimiento de sus movimientos y llamadas.

La Policía de España informó que en uno de los asaltos emplearon una gran violencia física sobre las moradoras del domicilio, dos mujeres de 69 años, que fueron amordazadas y sufrieron graves lesiones corporales

Todos los detenidos han sido puestos a disposición judicial y enfrentan cargos por robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y falsificación de documentos.

Los investigadores lograron confirmar que los delincuentes tenían su centro de operaciones en la provincia de Madrid desde donde llevarían un año cometiendo robos en el interior de las viviendas.

Modus operandi de la banda

La estructura de la organización destacaba por su estricta jerarquía. El líder, conocido por el sobrenombre de Loiro, era el encargado de la planificación previa de los asaltos a las viviendas.

Realizaba, además, vigilancias previas sobre el terreno y verificaba la existencia de medidas de seguridad y vías de acceso y salida. Para ello realizaba reportajes fotográficos de las viviendas y llegaba a estimar el tiempo de respuesta policial ante el robo.

Los demás miembros del grupo se encargaban de recopilar todo lo necesario para la comisión de los robos con violencia.

Para ello contaban con la información de antiguas empleadas del hogar de los domicilios objeto de asalto, quienes aportaban información sobre la existencia de efectos de valor en los domicilios, así como de las rutinas de los moradores.

Gracias a estos datos los detenidos llegaban planificaban el asalto de varias viviendas en una misma semana, informó el sitio digital policia.es.

Otros miembros del grupo se encargaban de adquirir todos los elementos materiales necesarios para la comisión efectiva de los robos, indumentaria con la que caracterizarse como trabajadores de la construcción o repartidores de empresas de paquetería, con la que conseguían pasar desapercibidos y lograr el acceso a los portales y viviendas.

Para ejecutar los robos, la organización criminal no dudaba en colaborar con otros grupos criminales españoles con los que intercambiaban información y colaboraban operativamente con el fin de repartirse el botín obtenido. Fuente: UH